

La boda de Claudia y Nacho es de las más bonitas en las que he estado últimamente. Y es que cuando eliges una finca como Mas Terrats con esa masía recuperada, rodeada de olivos, con piscina y hasta tipis para dormir nada puede salir mal.
Cuando Robert Marcillas me preguntó si quería acompañarle le dije que sí con los ojos cerrados.
Fue una boda de lo más animada, y el sorpresón para los invitados fue la barra libre de tatuajes durante toda la boda.
El vestido de Claudia fue un Otaduy que completó con accesorios estilo boho que encajaban perfectamente en una boda rústica pero elegante.

Boda en Mas Terrats, Girona


Fotografío pocas bodas al año ya que cada pareja para mí es un proyecto muy especial, por lo que conecto especialmente bien con esas parejas para las que su boda es un bonito proyecto también. Parejas que cuidan los detalles, que se ilusionan con el día, con los procesos y para los que no es un mero trámite.
Si crees que encajaremos, escríbeme